Un “quejío” es esa voz lastimosa, motivada por un dolor o pena que aflige. Quizás esa es la voz que resuena en nuestro interior al ver el espectáculo flamenco desarrollado este sábado 11 de marzo, en el Hospital Virgen de los Reyes. “La Pasión a través del flamenco o Sonidos de Pasión” es una simbiosis de baile flamenco con marchas procesionales de Semana Santa, protagonizada por los componentes de la Asociación de baile Leonor Álvarez-Ossorio, con su maestra a la cabeza.
La música procesional de Semana Santa dibujó el marco perfecto para que los cuerpos, marcha tras marcha, dieran vida después de veinte siglos a las escenas que narran los evangelios. Se llenó el escenario con el lenguaje no verbal de bailes y gestos que nos trasportaron al dolor de las calles de la Jerusalén de hace veinte siglos.
Y es que el mensaje de Jesús se hace actualidad 2000 años después, otra cultura, otro lugar,… pero siempre vivo. Y esta vez, la Asociación flamenca hizo grito de hoy la llamada a colaborar con la Fundación Depaul que trabaja sin descanso para calmar todos esos “quejíos” de nuestra sociedad:
El gesto de soledad de los ancianos que viven de recuerdos y añoranzas.
El llanto de los niños que viven en la vulnerabilidad y no tienen la suerte de estar arropados en una familia.
La voz de las personas sin hogar que piden el pan y el techo que es justicia.
El silencio de los corazones que juegan su vida en el mar persiguiendo el sueño de una vida mejor y más libre.
Numerosos “quejíos” siguen hoy resonando en nuestra sociedad. Muchas manos continúan llamando hoy a nuestras puertas. ¡Y no podemos mirar hacia otro lado!
Ya lo dijo el Maestro… sólo uno es el mandamiento… el amor.
Gracias de corazón a la Asociación de Leonor Álvarez-Ossorio que a través de su espectáculo hizo resonar en nuestro interior el “quejío” de los pobres, el lamento de los “cristos” de hoy. Y como no puede ser de otra forma, gracias a todas esas personas, que a través de la Fundación Depaul, ayudan y colaboran con las obras sociales de Hijas de la Caridad.
